No son pocos los hombres que a través de la historia han expresado su admiración y confianza que tienen por la Biblia. Hombres importantes e influyentes. He aquí algunos de ellos: La existencia de la Biblia como un libro para el pueblo, es el mayor beneficio que ha experimentado la raza humana (Emanuel Kant, Filósofo alemán). Siempre he dicho y diré que el estudio de la Biblia hará mejores ciudadanos, mejores padres y mejores esposos (Tomás Jefferson, Estadista norteamericano). No hay filosofía más sublime que la conocida con el nombre de Sagrada Escritura (Isaac Newton, Científico inglés).
No obstante, también han existido quienes han hablado mal de la Biblia. De hecho, bien podría decir que hay más personas hablando contra la Biblia, que las que hablan a favor de ella. Sin embargo, ¿Cuánta razón hay en aquellos que hablan contra la Biblia, o que creen que no es digna de nuestra confianza? Muchos de ellos no la han estudiado en serio. Muchos son los que, al acercarse a la Biblia para tratar de encontrar en ella razones para no confiar en su mensaje, siendo honestos, han terminado por creer en ella. Muchos otros han encontrado en la creación misma, evidencias del autor de la Biblia. Por ejemplo, Antony Flew, considerado hasta 2004 el filósofo ateo más férreo e influyente del mundo, finalmente acepta la existencia de Dios. En su libro “Hay un Dios”, Flew explica que recientes investigaciones científicas sobre el origen de la vida y el ADN, revelan la existencia de una “inteligencia creadora”. Este hombre solamente experimentó lo que dice Romanos 1:19, 20, “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.”. Ante lo que aquí estaremos estudiando, no tendremos excusa para no confiar en la Biblia. Espero que este pequeño esfuerzo le sea suficiente.
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